Imagina entender conversaciones rápidas entre hablantes nativos, seguir sin esfuerzo tus podcasts favoritos en inglés o saber exactamente lo que ocurre en una reunión de negocios importante. Es posible, y todo comienza escuchando.
Si has pasado horas leyendo libros de texto, memorizando conjugaciones de verbos y recitando frases frente al espejo para aprender inglés, lo has estado haciendo mal. Aunque estos métodos son útiles a su manera, les falta un elemento crucial: tu capacidad de escuchar.
Las habilidades de escucha forman la base para dominar un idioma. No puedes comunicarte sin ellas. Escuchar no es solo oír las palabras que alguien dice, sino también comprender cómo el tono, la emoción y el contexto subyacente de esas palabras contribuyen a su significado. Como dijo Ernest Hemingway: “Cuando las personas hablan, escucha completamente. La mayoría de la gente nunca escucha”.
Aprender inglés a través de la escucha te ayuda a entender a los hablantes nativos, a identificar matices importantes en las conversaciones y a sentirte seguro en entornos de habla inglesa. Sumergirte por completo en una escucha activa es la única forma de construir esa base sólida.
Piensa en cómo aprendiste tu lengua materna. ¿Comenzaste con reglas gramaticales? Por supuesto que no. Escuchaste. Absorbiste. Repetiste. Ahora es momento de recrear ese proceso con el inglés.
¿El único detalle? La escucha pasiva y la escucha activa son cosas muy diferentes. Cuando la televisión está encendida pero estás revisando las redes sociales en tu teléfono, eso es escucha pasiva. O cuando estás en una conversación grupal, pero en realidad estás pensando en qué vas a cenar.
La escucha activa va más allá de simplemente oír las palabras que otra persona dice. Se trata de profundizar para entender el significado detrás de cada palabra. Es la escucha activa la que te ayudará a convertirte en un hablante fluido de inglés.
Típicamente, la fluidez en un idioma implica una combinación de escuchar, hablar, leer y escribir. Sin embargo, la comprensión auditiva te ayuda a construir las bases necesarias para lograr esa fluidez. Entonces, ¿cómo puedes escuchar de manera activa?
Ya sea que estés en una clase grupal o escuchando un pódcast, presta atención a lo que se dice. Cuando no reconozcas una palabra o frase, escríbela. Esto refuerza el aprendizaje y te proporciona un recurso útil para usar más tarde. No te preocupes por la ortografía en esta etapa; el objetivo es captar la información clave.
La ventaja de trabajar con contenido digital es que puedes pausarlo y repetirlo. Cuando escuches un audiolibro, video o pódcast, no dudes en reproducir palabras o frases tantas veces como necesites. Cada vez, observa cómo los diferentes sonidos e entonaciones cambian el significado de lo que se dice. Esto ayudará a tus oídos a reconocer una variedad de patrones de habla y formas de pronunciar palabras.
Busca transcripciones de tus materiales de audio y síguelas mientras escuchas. Resalta cualquier palabra que no entiendas. Esta práctica te ayuda a asociar las palabras habladas con sus formas escritas, construyendo una conexión más sólida entre el sonido y el significado.
El sombreado consiste en escuchar una sección corta de audio, pausarla y repetir lo que se dijo en voz alta. Intenta imitar lo mejor posible la entonación, velocidad y ritmo del hablante. Comienza con palabras y frases cortas, luego avanza a oraciones largas; y no dudes en pausar o reducir la velocidad del audio si lo necesitas. Además de mejorar tus habilidades de escucha, esto también perfeccionará tu pronunciación y fluidez al hablar.
Estas útiles técnicas de escucha activa te ayudan a enfocarte en el significado subyacente de las palabras. Al entender, practicar y aprender de tus errores, comenzarás a hacer un progreso significativo en tu aprendizaje del inglés.
Hay muchas formas de establecer una rutina para practicar la escucha en inglés. Aquí te compartimos algunas de nuestras favoritas:
Determina cuánto tiempo puedes dedicar a la escucha. Las sesiones regulares y cortas son más efectivas que las largas y esporádicas. Incluso 15 a 30 minutos al día son suficientes para aprender algo nuevo. Lo importante es ser constante. Elige dos o tres momentos específicos en los que tengas tiempo para concentrarte, como por la noche o durante tu trayecto al trabajo.
Decide qué quieres lograr en cada sesión. Aquí tienes algunas ideas:
Comprender el contexto de un pódcast
Identificar diferentes acentos o dialectos
Cantar una canción de memoria
Aprender frases clave de un video
Seguir un informe de noticias sin pausarlo
Tener objetivos claros te mantendrá motivado y enfocado.
Usar materiales apropiados para tu nivel hace una gran diferencia. Si eres principiante, prueba pódcasts para niños o audiolibros sencillos. Si eres avanzado, intenta con conferencias académicas, entrevistas o discusiones más complejas. El truco es sentirte desafiado pero no abrumado. Si no estás seguro de tu nivel, puedes tomar una prueba gratuita como el EF SET.
El inglés se habla en muchos países del mundo, y escuchar diferentes acentos te ayudará a mejorar tus habilidades auditivas al exponerte a diversos patrones de habla, usos de palabras y pronunciaciones. También te permitirá entender y conectarte con otras culturas. Participar en clases grupales, como las de EF English Live, te dará acceso a una multitud de nacionalidades y acentos.
Varía los temas de escucha para ampliar tu vocabulario. Aquí algunos ejemplos:
Negocios
Política
Arte
Música
Entretenimiento
Medio ambiente
Historia
Tecnología
Es tentador ceñirse a tus pódcasts o géneros favoritos, pero esto limita tu exposición. Mantén el interés mezclando audiolibros, sketches de comedia, boletines de noticias, documentales, debates y canciones.
Abraham Ramírez, un estudiante mexicano de nuestro curso de inglés empresarial, aconseja:
“Encuentra diversas fuentes para aprender inglés. Usa todos los medios disponibles, como Spotify y pódcasts. Tenemos tanto contenido a nuestro alcance que es importante aprovecharlo.”
En tu plan semanal, incluye estos tipos de audio y asigna horarios específicos para cada uno. Algunos recursos útiles incluyen:
Esto es crucial. Un buen espacio de escucha aumentará tu concentración y acelerará tu aprendizaje. Elige un lugar tranquilo, lejos de distracciones, pon tu teléfono en silencio o déjalo en otra habitación, y usa auriculares para minimizar el ruido externo.
¿Sabías que la mayoría de las personas solo recuerdan entre el 17% y el 25% de lo que escuchan? Después de cada sesión, escribe un breve resumen de lo que aprendiste. Esto te obliga a pensar en lo que entendiste, no solo en lo que escuchaste, y resalta las lagunas en tu comprensión, además de reforzar el conocimiento.
Otras formas de evaluar tus conocimientos incluyen realizar cuestionarios o evaluaciones online, o mantener conversaciones en inglés con otras personas. Nuestros cursos ofrecen acceso a clases grupales regulares para que puedas escuchar y aprender de otros estudiantes.
Un curso online es una excelente manera de practicar habilidades clave de escucha. Los cursos de EF English Live te ayudan a mejorar la escucha, lectura, escritura y habla. Nuestras clases grupales, en particular, fomentan el uso de técnicas de escucha activa. Recomendamos tomar clases grupales y privadas regularmente para mantener la consistencia. Con nuestros cursos online, puedes estudiar donde y cuando quieras, y conocer a profesores y estudiantes de todo el mundo.
Escuchar inglés a diferentes velocidades, con distintos acentos y con modismos o dialectos desconocidos puede ser complicado para los estudiantes. Es probable que surjan problemas, pero no te desanimes. Hay formas de superar estas dificultades, ¡y además te ayudarán a aprender!
Prueba estos consejos:
Ralentiza el audio. La mayoría de las aplicaciones móviles te permiten ajustar la velocidad, lo que te ayudará a captar más palabras y frases.
Activa los subtítulos o usa una transcripción. Leer los subtítulos mientras escuchas el audio te ayudará a seguir el diálogo y reforzar tu aprendizaje.
Divide tu tiempo de escucha en periodos manejables. Comienza con sesiones cortas y aumenta gradualmente su duración.
Elige contenido interesante. Si notas que tu atención se desvía, cambia el material. El contenido que te interesa naturalmente te mantendrá enfocado.
Abraham, quien pasó de un nivel B1 de inglés a ser fluido en solo tres meses con EF English Live, dice:
"Antes me costaba mucho escuchar. Cuando escuchaba canciones en inglés, no entendía nada. Hoy entiendo el 80% de una canción. O puedo ver una película en inglés y entenderla, ¡y me encanta eso!"
Cada sonido, palabra y frase que escuchas es un paso hacia la fluidez en inglés. Piensa en ello como abrir puertas a nuevas culturas, ideas y oportunidades, más allá de solo aprender un idioma. Aunque al principio pueda parecer abrumador, recuerda que los pequeños esfuerzos diarios para practicar tus habilidades de escucha se acumulan con el tiempo. Incluso si eliges solo una técnica de este artículo y la aplicas hoy, eso ya es progreso. ¿Estás listo para sintonizar?